sábado, 5 de febrero de 2011

El valor de la fuerza colectiva II


El Socialista, Antofagasta 19/07/1919
EL VALOR DE LA FUERZA COLECTIVA
Cuánto vale el obrero...
Cuando esta clase de sindicato empeñe una reclamación, si es parcial, el patrón afectado, informado del estado del sindicato, verá frente a él, por pequeño que sea el número de obreros que reclama, verá, decimos, a todo un poder organizado, capaz para la huelga, para el boycot y para la perfecta solidaridad: si el acto toma el aspecto de una huelga general, la influencia será siempre poderosa. Esto en cuanto al efecto para la clase patronal; y la clase obrera, a su vez, evidentemente convencida de su capacidad moral y material, sabe que va a una lucha sostenida por una fuerza irresistible.
Eso es lo que queremos.
Ahora veamos; ¿qué efecto producirá a la clase patronal la fuerza de un sindicato que sobre ocho mil obreros, apenas cuenta con mil quinientos cotizantes, y de éstos, apenas el diez por ciento forman la asistencia ordinaria de las reuniones y toda su marcha no es tan atrayente?; y ¿qué efecto producirá para los mismos componentes de este sindicato?
Cada uno de los afiliados no reconocerá que tenga una fuerza valiosa, y esta verdad influye en su moral.
Repetimos: solamente la capacidad intelectual, la cultura, la moral, son condiciones “genera­doras” de fuerzas reales, progresivas, capaces de existir mientras existan los medios que las generan.
No vivamos de ilusiones, de “por si acaso”. No pretendemos generar fuerzas útiles, para la acción de los sindicatos, de elementos incompetentes.
Organicemos todo lo que podamos organizar, pero demos a cada organismo todos los medios para él desarrollo de la capacidad personal.
Así el valor de la fuerza colectiva será el resultado del progreso de cada individuo, y ésta será, a nuestro juicio, la única fuerza que tenga la virtud de realizar la perfección de toda la sociedad humana.
Luis E. Recabarren S.

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