sábado, 5 de febrero de 2011

Los que sufren cruelmente


El Socialista, Antofagasta 13/07/1919
LOS QUE SUFREN CRUELMENTE
LAS CONSECUENCIAS DE LA PROPAGANDA CONTRA LA ORGANIZACION OBRERA
¿A quiénes dañan los que nos combaten y calumnian?
Solo dañan a los más pobres
En todos los tiempos ha habido bribones e ignorantes y tontos, que se ocupan en hablar contra la organización obrera, contra el socialismo, contra los llamados agitadores o directores del movimiento obrero.
Y lo curioso es que algunos de esa gente que habla, como papagayos, a “tontas y a locas” contra nosotros, se figuran que nos hacen algún daño.
Analicemos los hechos.
Y todos los obreros juiciosos que lean estas líneas, aprovéchenlas para repetirlas si las consideran atinadas.
La organización obrera se forma siempre, en primer lugar con los obreros más sanos, con los que se van emancipando de los vicios, con los que despiertan mejor su inteligencia, con los obreros que generalmente son los más capaces para ganarse la vida, y que son los menos explotados.
Bien. Todos nuestros compañeros reconocerán que esta es una verdad.
Los que no vienen a la organización son los viciosos, los degenerados, los más pobres, los que sufren más por sus vicios y por su pobreza.
Como la organización obrera es una fuerza de perfección que saca al obrero del vicio, que lo regenera, que lo hace valiente, que le desarrolla su inteligencia, que le hace digno, superior, que lo hace poderoso, al unirlo con sus demás hermanos, que lo libra de la miseria más vergonzosa, que lo moraliza; los obreros que tardan en llegar a la organización tardan en adquirir o asimilar todos estos beneficios morales y materiales de que van gozando los asociados a medida que progresa la organización.
Cuando se desarrolla la propaganda en contra de la organización; en contra del socialismo, se hace para afirmar la vida de la ignorancia, del vicio, para prolongar la degeneración social de los obreros, para prolongar la situación de vicios y de miserias de los más desgraciados de nuestros compañeros de trabajo.
A nosotros no nos hacen ningún daño. Pocos o muchos, siempre trabajamos en mejores condiciones que la mayoría de los que sufren.
Hacemos siempre la propaganda, sea entre muchos o entre pocos.
La prensa obrera vive siempre, con muchos o con pocos lectores, el esfuerzo de los que aman la causa del pueblo se desarrolla para hacer vivir de todos modos nuestra prensa obrera.
Cuando nos calumnian, cuando nos combaten, solo consiguen alejar de nosotros a los más pobres de inteligencia, a los que sufren más los rigores de la miseria y de los vicios, y entonces es a ellos, es a los más pobres a quienes dañan porque le afirman su situación de esclavitud.
Cuando nos desprestigian retardan el crecimiento de la organización y con ello sólo consi­guen retardar el sufrimiento de los más infelices.
Algunos de los que combaten la organización solo son pobres de inteligencia, ignorantes y viciosos, incapaces de comprender sus beneficios, y solo lo hacen por adular a sus jefes sin comprender el alcance maléfico de su acción.
Pero hay otros, los bribones, los malos, que saben muy bien que el daño se lo hacen a los más pobres, cuando nos combaten a nosotros; saben que el vicioso continuará sumergido en el vicio, que el pobre se pudrirá en la miseria, y con eso se conforman y nos combaten y nos calumnian, para que el pobre nunca alcance los beneficios de la organización.
La mala propaganda no nos daña a nosotros, daña solamente a los más pobres: precisamente a los que más nos empeñamos en sacar de la miseria y de los vicios.
Si se observa nuestra vida a través de los años, se verá claramente que siempre hemos triunfa­do a pesar de todas las calumnias.
Si es esta la verdad, hablen nuestros compañeros en todas partes estas verdades, para que los que más sufran la explotación, vean que es a ellos a quienes les daña la propaganda que se hace contra la organización, contra el socialismo, contra nosotros.
Luis E. Recabarren S.

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