El Socialista, Antofagasta
13/07/1919
LOS QUE SUFREN CRUELMENTE
LAS CONSECUENCIAS DE LA
PROPAGANDA CONTRA LA ORGANIZACION OBRERA
¿A quiénes dañan los que nos
combaten y calumnian?
Solo dañan a los más pobres
En todos los tiempos ha habido
bribones e ignorantes y tontos, que se ocupan en hablar contra la organización
obrera, contra el socialismo, contra los llamados agitadores o directores del
movimiento obrero.
Y lo curioso es que algunos de
esa gente que habla, como papagayos, a “tontas y a locas” contra nosotros, se
figuran que nos hacen algún daño.
Analicemos los hechos.
Y todos los obreros juiciosos
que lean estas líneas, aprovéchenlas para repetirlas si las consideran
atinadas.
La organización obrera se forma
siempre, en primer lugar con los obreros más sanos, con los que se van
emancipando de los vicios, con los que despiertan mejor su inteligencia, con
los obreros que generalmente son los más capaces para ganarse la vida, y que
son los menos explotados.
Bien. Todos nuestros compañeros
reconocerán que esta es una verdad.
Los que no vienen a la organización
son los viciosos, los degenerados, los más pobres, los que sufren más por sus
vicios y por su pobreza.
Como la organización obrera es
una fuerza de perfección que saca al obrero del vicio, que lo regenera, que lo
hace valiente, que le desarrolla su inteligencia, que le hace digno, superior,
que lo hace poderoso, al unirlo con sus demás hermanos, que lo libra de la
miseria más vergonzosa, que lo moraliza; los obreros que tardan en llegar a la
organización tardan en adquirir o asimilar todos estos beneficios morales y
materiales de que van gozando los asociados a medida que progresa la
organización.
Cuando se desarrolla la
propaganda en contra de la organización; en contra del socialismo, se hace para
afirmar la vida de la ignorancia, del vicio, para prolongar la degeneración
social de los obreros, para prolongar la situación de vicios y de miserias de
los más desgraciados de nuestros compañeros de trabajo.
A nosotros no nos hacen ningún
daño. Pocos o muchos, siempre trabajamos en mejores condiciones que la mayoría
de los que sufren.
Hacemos siempre la propaganda,
sea entre muchos o entre pocos.
La prensa obrera vive siempre,
con muchos o con pocos lectores, el esfuerzo de los que aman la causa del
pueblo se desarrolla para hacer vivir de todos modos nuestra prensa obrera.
Cuando nos calumnian, cuando nos
combaten, solo consiguen alejar de nosotros a los más pobres de inteligencia, a
los que sufren más los rigores de la miseria y de los vicios, y entonces es a
ellos, es a los más pobres a quienes dañan porque le afirman su situación de
esclavitud.
Cuando nos desprestigian
retardan el crecimiento de la organización y con ello sólo consiguen retardar
el sufrimiento de los más infelices.
Algunos de los que combaten la
organización solo son pobres de inteligencia, ignorantes y viciosos, incapaces
de comprender sus beneficios, y solo lo hacen por adular a sus jefes sin
comprender el alcance maléfico de su acción.
Pero hay otros, los bribones,
los malos, que saben muy bien que el daño se lo hacen a los más pobres, cuando
nos combaten a nosotros; saben que el vicioso continuará sumergido en el vicio,
que el pobre se pudrirá en la miseria, y con eso se conforman y nos combaten y
nos calumnian, para que el pobre nunca alcance los beneficios de la
organización.
La mala propaganda no nos daña a
nosotros, daña solamente a los más pobres: precisamente a los que más nos
empeñamos en sacar de la miseria y de los vicios.
Si se observa nuestra vida a
través de los años, se verá claramente que siempre hemos triunfado a pesar de
todas las calumnias.
Si es esta la verdad, hablen
nuestros compañeros en todas partes estas verdades, para que los que más sufran
la explotación, vean que es a ellos a quienes les daña la propaganda que se
hace contra la organización, contra el socialismo, contra nosotros.
Luis E. Recabarren S.
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