El Socialista, Antofagasta 1º/11/1919
LA ASAMBLEA OBRERA DE
ALIMENTACION DE ANTOFAGASTA
Su importante misión
Nunca antes, en Antofagasta,
pudo organizarse una fuerza poderosa, que la que hoy se está organizando con el
concurso de la clase trabajadora de toda la provincia.
Desde mayo pasado, hasta hoy van
transcurridos sólo seis meses, y durante todo este tiempo, no ha pasado quizás
una quincena sin que una nueva organización se haya constituido y se haya
adherido a la Asamblea Obrera.
Durante este período de tiempo
se han ido presentando a la consideración de la Asamblea una cantidad de
problemas por resolver, que ha tenido que discutir.
No ha pasado una sola semana sin
celebrar una sesión ordinaria, y muchas veces ha tenido sus sesiones
extraordinarias, de tal modo que las delegaciones acreditadas han tenido una
permanente acción.
Como todas las cosas humanas y
naturales, la Asamblea Obrera de Alimentación, está todavía en el período de
organización, de constitución y por esta poderosa razón, no ha sido posible
desarrollar una acción muy profunda y con resultados de más inmediato
beneficio.
Aun, así, en su débil situación
de institución naciente, su actividad ha sido bastante formal y ha podido
demostrar y darnos la convicción, de que somos una fuerza en pleno desarrollo,
cuya acción futura se va trazando a medida que afianza su constitución.
Nosotros, los que tenemos una
clara idea del programa de acción que debe desarrollar la Asamblea Obrera de
Alimentación en Antofagasta nos encontramos bien satisfechos de lo que hasta
hoy se ha hecho, porque en realidad, nunca antes, los obreros de Antofagasta,
han hecho una obra igual, tan grande como esta.
Sin embargo, no faltan elementos
enemigos de la organización obrera, que disimulan su odio a la organización,
fingiéndose hipócritamente partidarios.
Estos enemigos, andan por todas
partes, y hasta tienen su órgano en La Nación, para decirse
enfáticamente:
¿Qué hace la Asamblea de
Alimentación? No hace nada.
Y como generalmente ese modo de
razonar lo hacen entre ignorantes o entre gentes que no comprenden lo que está
haciendo la Asamblea, resulta que hipócritamente influyen en el ánimo de esas
gentes en sentido desfavorable para la unión de los obreros.
Felizmente ninguna de las 30
organizaciones que están adheridas, sostiene ni acepta tan malévola afirmación,
pero, no falta algún delegado, o socio de alguna institución, que sin darse
cuenta, repite lo que dicen los enemigos de la Asamblea o los obcecados que sin
dar una sola idea para la mejor marcha de la Asamblea, quieren exigir de otros lo
que ellos no pueden dar.
No es honrado condenar a otros
porque no producen ideas, cuando ellos tampoco las producen.
No se ha organizado la Asamblea
para meter bulla insulsa y superficial, no se ha organizado la Asamblea para
buscar la populachería barata y frágil.
La Asamblea se está organizando
para hacer una obra estable, formal y de seguros buenos resultados para la
felicidad social de la clase obrera.
La Asamblea de Alimentación se
está organizando, para hacer primero, la verdadera unidad de la clase obrera y
la verdadera organización de la clase obrera, con el objeto de que unidad y
fuerza obrera organizada, con un programa bien comprendido por todos los
obreros organizados, pueden ir, poco a poco, fundamentando sus progresos y sus
beneficios.
La mayor parte de los gremios
que constituyen la Asamblea, son nacidos en el último semestre o han sido
reorganizados, y están atravesando aún por el período constitutivo y en busca
de su definitiva orientación.
Malévola, tiene que ser,
entonces, toda expresión encaminada a desprestigiar esta organización porque en
seis meses de existencia no ha hecho lo que los críticos no han hecho ni ayer
ni nunca.
Afirmar que la Asamblea entraba,
desnaturaliza o encarpeta las buenas ideas que se proponen o se resuelven, es
doblemente malévolo y calumnioso, porque eso no ha ocurrido en la Asamblea.
Todos los asuntos llevados a la
consideración de la Asamblea, todos se han discutido y se han resuelto en bien
colectivo. No ha habido una sola proposición de bien público que haya sido
rechazada y estorbada.
Los enemigos que afirman desde
las columnas de La Nación que la Asamblea rechaza las ideas buenas,
debieran ser más concretos, menos malos, menos hipócritas, y citar hechos
reales buenos; rechazados por la Asamblea.
Eso no lo pueden hacer porque no
existen y por eso recurren a decir ambiguamente, que rechazamos lo bueno.
Felizmente, día por día, los
gremios se robustecen y se orientan mejor y eso hará que la Asamblea Obrera
también se robustezca y se oriente a cumplir la noble y grande misión a que
está llamada la clase obrera organizada.
La grita insensata se perderá en
el vacío. Los enemigos se estrellarán contra nuestra fuerza y perderán su
tiempo desprestigiándonos.
Nuestro poder se hará efectivo y
cumplirá su misión, anulando la defectuosa organización burguesa y colocando el
poder obrero en la capacidad de producir el bienestar y felicidad
de todos.
SREL
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