sábado, 5 de febrero de 2011

La Asamblea Obrera de Alimentación de Antofagasta


El Socialista, Antofagasta 1º/11/1919
LA ASAMBLEA OBRERA DE ALIMENTACION DE ANTOFAGASTA
Su importante misión
Nunca antes, en Antofagasta, pudo organizarse una fuerza poderosa, que la que hoy se está organizando con el concurso de la clase trabajadora de toda la provincia.
Desde mayo pasado, hasta hoy van transcurridos sólo seis meses, y durante todo este tiempo, no ha pasado quizás una quincena sin que una nueva organización se haya constituido y se haya adherido a la Asamblea Obrera.
Durante este período de tiempo se han ido presentando a la consideración de la Asamblea una cantidad de problemas por resolver, que ha tenido que discutir.
No ha pasado una sola semana sin celebrar una sesión ordinaria, y muchas veces ha tenido sus sesiones extraordinarias, de tal modo que las delegaciones acreditadas han tenido una permanen­te acción.
Como todas las cosas humanas y naturales, la Asamblea Obrera de Alimentación, está toda­vía en el período de organización, de constitución y por esta poderosa razón, no ha sido posi­ble desarrollar una acción muy profunda y con resultados de más inmediato beneficio.
Aun, así, en su débil situación de institución naciente, su actividad ha sido bastante formal y ha podido demostrar y darnos la convicción, de que somos una fuerza en pleno desarrollo, cuya acción futura se va trazando a medida que afianza su constitución.
Nosotros, los que tenemos una clara idea del programa de acción que debe desarrollar la Asamblea Obrera de Alimentación en Antofagasta nos encontramos bien satisfechos de lo que hasta hoy se ha hecho, porque en realidad, nunca antes, los obreros de Antofagasta, han hecho una obra igual, tan grande como esta.
Sin embargo, no faltan elementos enemigos de la organización obrera, que disimulan su odio a la organización, fingiéndose hipócritamente partidarios.
Estos enemigos, andan por todas partes, y hasta tienen su órgano en La Nación, para decirse enfáticamente:
¿Qué hace la Asamblea de Alimentación? No hace nada.
Y como generalmente ese modo de razonar lo hacen entre ignorantes o entre gentes que no comprenden lo que está haciendo la Asamblea, resulta que hipócritamente influyen en el ánimo de esas gentes en sentido desfavorable para la unión de los obreros.
Felizmente ninguna de las 30 organizaciones que están adheridas, sostiene ni acepta tan malévola afirmación, pero, no falta algún delegado, o socio de alguna institución, que sin darse cuenta, repite lo que dicen los enemigos de la Asamblea o los obcecados que sin dar una sola idea para la mejor marcha de la Asamblea, quieren exigir de otros lo que ellos no pueden dar.
No es honrado condenar a otros porque no producen ideas, cuando ellos tampoco las producen.
No se ha organizado la Asamblea para meter bulla insulsa y superficial, no se ha organizado la Asamblea para buscar la populachería barata y frágil.
La Asamblea se está organizando para hacer una obra estable, formal y de seguros buenos resultados para la felicidad social de la clase obrera.
La Asamblea de Alimentación se está organizando, para hacer primero, la verdadera unidad de la clase obrera y la verdadera organización de la clase obrera, con el objeto de que unidad y fuerza obrera organizada, con un programa bien comprendido por todos los obreros organiza­dos, pueden ir, poco a poco, fundamentando sus progresos y sus beneficios.
La mayor parte de los gremios que constituyen la Asamblea, son nacidos en el último semes­tre o han sido reorganizados, y están atravesando aún por el período constitutivo y en busca de su definitiva orientación.
Malévola, tiene que ser, entonces, toda expresión encaminada a desprestigiar esta organización porque en seis meses de existencia no ha hecho lo que los críticos no han hecho ni ayer ni nunca.
Afirmar que la Asamblea entraba, desnaturaliza o encarpeta las buenas ideas que se propo­nen o se resuelven, es doblemente malévolo y calumnioso, porque eso no ha ocurrido en la Asamblea.
Todos los asuntos llevados a la consideración de la Asamblea, todos se han discutido y se han resuelto en bien colectivo. No ha habido una sola proposición de bien público que haya sido rechazada y estorbada.
Los enemigos que afirman desde las columnas de La Nación que la Asamblea rechaza las ideas buenas, debieran ser más concretos, menos malos, menos hipócritas, y citar hechos reales buenos; rechazados por la Asamblea.
Eso no lo pueden hacer porque no existen y por eso recurren a decir ambiguamente, que rechazamos lo bueno.
Felizmente, día por día, los gremios se robustecen y se orientan mejor y eso hará que la Asamblea Obrera también se robustezca y se oriente a cumplir la noble y grande misión a que está llamada la clase obrera organizada.
La grita insensata se perderá en el vacío. Los enemigos se estrellarán contra nuestra fuerza y perderán su tiempo desprestigiándonos.
Nuestro poder se hará efectivo y cumplirá su misión, anulando la defectuosa organización burguesa y colocando el poder obrero en la capacidad de producir el bienestar y felicidad de todos.
SREL

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